jueves, 10 de mayo de 2018

TU ERES EL MUNDO. RADHA BURNIER

Extractos del libro PILARES DE LA VIDA ESPIRITUAL


Todos hemos oído la expresión que dice
"La fraternidad es un hecho en la naturaleza", lo que nos da a entender que una relación natural es aquella en que todos se sienten parte de una misma familia. Esta relación natural es algo que aún no hemos experimentado. 
En nuestra mente llevamos un peso, el peso de la separatividad. Aún con aquellos que realmente nos importan, existe el sentido de separatividad.
A causa de que no reflexionamos lo suficiente acerca de las implicancias de la fraternidad y de la realidad de la unidad, y que solo usamos esas palabras bastante ligeramente y en forma superficial, es que la mente permanece atrapada en la sensación de separatividad. El sentimiento constante de ser diferente a otros es el condicionamiento mas grande que nos provoca la materia física. En el nivel físico hay objetos concretos. Cada uno tiene su propia forma, su propia caracterísitica. Tiene colores propios, pesa una cierta cantidad, etc. Físicamente todos estamos separados. Lucimos diferente, somos altos bajos, caminamos de modos diferentes etc... y creemos  que esta separación es básica, porque estamos identificados con nuestra existencia física... El cuerpo físico es solo un agregado de materia, compuesto de varios elementos que pueden ser encontrados en todo este mundo. Alguna parte de esa materia se encuentra unida, de un modo bastante misterioso, cuando esa desentrañable energía llamada "vida" elige aparecer allí. En la medida que esa energía de vida esta fluyendo, la materia permanece unida en una forma organizada y es capaz de hacer cosas extraordinarias como crecer, restaurarse y controlarse a si misma. En el momento en que la energía de vida se retira, el organismo llega a su fin...
De hecho hay científicos que están proponiendo la idea de que todos somos parte de un organismo mas grande , que es la tierra  viviente. Pero todavía no somos conscientes de ello, de la misma manera en que los microorganismos en nuestro cuerpo puedan creer que existen por sí mismos.
Algunos científicos dicen que toda la tierra se comporta como si fuera una sola vida, un ser, y por lo tanto la llaman Gaia, dando a entender que la tierra no es el cuerpo material, sino una cosa viviente. Gaia era la palabra Griega dada a la diosa de la tierra; ella nos sugiere que la tierra que vemos es solamente la parte externa de esa Vida o Espíritu total de la tierra.
Los Orientales ( Hindúes, Budistas y otros) tienen un concepto similar, Bhudevi es la palabra sánscrita dada a la tierra viviente, en razón del espíritu de la tierra al que consideran una diosa.
Pero no estamos consciente de que somos parte de la tierra.  Pensamos que somos existencias individuales, porque " nosotros" usamos un conjunto, un agregado, temporario del material de la tierra toda.
El material de nuestro cuerpo no permanece en él. Después que el cuerpo se desintegra  ya sea que la persona haya sido cremada o enterrada, se transforma en alguna otra cosa. Puede transformarse en la materia con la que crecerá una hermosa planta... 
Por lo tanto este cuerpo material que nos parece tan concretamente nuestro, no es nuestro en absoluto. Es parte del flujo de materia que puede  ser transformada de una cosa en otra...
El cuerpo cambia, pero nosotros pensamos que somos ese cuerpo, que debería ser estable, que es una posesión a la que nos apegamos y nos aferramos.
Los sabios han dicho que la vida en esta tierra es como el viaje de un peregrino. El peregrino se queda en un lugar una noche, pero él no se apega a ese sitio ni se identifica con todo lo que allí está...
Todo es parte de esta tierra, fluyendo transformándose en alguna otra cosa; cumpliendo un plan del cual difícilmente estemos consciente... 
Un maestro Zen dijo que en un pedazo de papel frente a él veía una nube, porque el papel se hace con la madera de los árboles, los árboles no podrían haber crecido sin agua, y el agua viene de las nubes. Si continuamos con este argumento veremos a toda la tierra en el papel.
De este modo las cosas no están separadas físicamente como creemos. Estamos bajo la extraña ilusión de que "este cuerpo es mio" y bajo la peor ilusión de que "ese cuerpo soy yo"...
Nada permanece estable, nada es parte de las posesiones de alguien, excepto temporalmente. Aún la materia de la tierra, por lo que se conoce, puede transformarse en alguna otra cosa en el universo...

¿ Son realmente nuestros los pensamientos y emociones con los cuales estamos identificados ?
En ese nivel la materia es muchos mas fluida, existe un flujo mas grande. Las emociones desde todas partes pueden entrar en nosotros, y nuestras emociones fluyen hacia todos lados...
La Dra Besant en una conferencia dijo que éramos responsables de muchas cosas de las que no estábamos conscientes. Por ejemplo cuando establecemos vibraciones de naturaleza grosera en nuestro cuerpo físico, esas partículas, un poco después, pueden llegar a ser parte del cuerpo de algún otro. Si ésa persona, por ejemplo se vuelve adicta al alcohol, nosotros en alguna medida somos responsables de su condición, porque hemos creado las vibraciones que agravaron su estado. Así todo el tiempo somos responsables de muchas cosas que suceden en el mundo, y por supuesto, las múltiples cosas que suceden están influenciando y afectándonos.
Sabemos que una persona que normalmente aparenta ser buena, puede volverse bastante irracional si está con un grupo particular de personas o en una comunidad. Muchas personas están influenciadas por la muchedumbre que las rodea.
Supongamos que hay temor entre esa gente,personas que desconocen la causa del miedo, se atemorizan, porque la emoción recorre a toda esa gente en los niveles sutiles. A menos que una persona esté atenta, puede ser afectada, desde afuera, por emociones de esa clase.
La atmósfera emocional del mundo ejerce presión sobre las personas, tanto como la atmósfera mental...
Pero el peligro radica en que las emociones y pensamientos de millones de personas ejercen una fuerte presión sobre nosotros y por supuesto, nosotros agregamos o sustraemos algo, a ese reservorio,  con cada pensamiento y emoción que generamos. Podemos estar aumentando el temor, los prejuicios y la desconfianza de la atmósfera general o podemos ayudar a despejarla, aquí y allá. Si vivimos la vida atentamente, entonces nuestros pensamientos y emociones, pueden ser una lámpara, en el estado general de oscuridad. Si en el pensamiento y en la emoción, hay claridad, inegoísmo, pureza, ello ejerce un muy fuerte efecto en el mundo. 
En este sentido H. P. Blavatsky y mas tarde Krisnhamurti han dicho: "Vuestra consciencia afecta la consciencia del mundo". Si algunas personas, se tornan un poco mas iluminadas, el mundo todo, mejorará con ello... Los intercambios y el fluir, son tales, que no somos diferentes del mundo, y el mundo es lo que nosotros somos a nivel físico, emocional, mental y a otros niveles...
Demasiadas veces decimos con gran seguridad, "Esta es mi opinión". Pero debemos considerar si en realidad lo que llamamos "mi opinión", es propia. En los niveles del inconsciente y del subconsciente, absorbemos mucho, como una esponja. Lo que considero "mi opinión" puede ser algo que haya entrado al leer un párrafo en el diario. Puede ser el pensamiento de nuestra esposa, marido o familia. Desde la niñez todos hemos crecido con ciertas ideas sostenidas por los maestros u otras personas de nuestro entorno. Por lo tanto "mi opinión" puede no ser mía en absoluto.
Pero en razón de que pienso que ésta es mi opinión y siento que ella es correcta, se mantiene el sentido de separatividad... 
Todo esto es muy curioso,  porque por un lado  la separatividad nos hace sentir desgraciados. Es solo en las relaciones afectuosas que nos sentimos bien y felices. Nadie se siente feliz cuando la relación es mala o se quiebra... Cuanto mas amplio sea el círculo de afecto, mas grande es la felicidad. 
Si pudiéramos amar al mundo entero seríamos extraordinariamente felices. 
Amar a todo el mundo no debe ser algo abstracto. No es suficiente decir "amo al mundo entero, pero me disgustan tales y "tales"...
Es fácil amar a los animales y aún mas fácil amar las plantas, porque ellos no nos contradicen, ni tienen opiniones opuestas... 
A pesar de todas las diferencias y contradicciones, si el corazón sabe amar, se siente feliz. En razón de que somos infelices, tenemos malas relaciones. Al mismo tiempo estamos constantemente edificando el sentido de separatividad, y esto nos hace infelices. Esta es la locura de nuestras vidas...
El cuerpo pertenece a la tierra, no a persona alguna. Los pensamientos y las emociones son movibles, pero nos apegamos a ellas. Las opiniones se esfuman tan rápido como el cuerpo es cremado, o enterrado, y tendrán muy poco significado, pero temporalmente obtenemos satisfacción diciendo   "Son mías y por lo tanto superiores" Poniendo etiquetas a las cosas como mías, " MI PENSAMIENTO, MI EMOCIÓN, MIS IDEOLOGÍAS, MI CAMINO ". Creando el sentido de separatividad que nos hace infelices. Queremos afecto pero no conseguimos realizarlo.
El antíloto, es darse cuenta, que no somos lo que pensamos. Lo que uno piensa que es mio, no es mío; lo que uno piensa que soy yo, no soy yo. Todo es parte de la impermanencia y del fluir de la vida, lo cual es el mundo.
Nosotros somos el mundo y el mundo es lo que nosotros somos.
Esto debe ser contemplado muy profundamente y realizado dentro de nosotros mismos. Entonces no nos apegaremos.
El apego a la nación, al cuerpo, es la separatividad. No somos libres cuando estamos apegados... 
Todo es parte de este mundo, el cual es de todos; no solo nuestro, sino también de los pájaros, de los animales, de la hierba, de los insectos. Todos ellos son parte de este mundo, tanto como lo somos nosotros.
 TODOS SOMOS UNO EN LA VIDA MAYOR.
                            Rhada Burnier.